Esta carrera es de las que no se olvidan por el trazado lleno de rampas y el paisaje seco y a cielo abierto que obliga a debatirse entre nuestra insignificancia y el vasto escenario de nos rodea. Una pista jalonada de colores sirve de referencia y la contínua compañía de la cantidad de corredores allí reunidos hace más llevadero afrontar esta prueba. Para runners que buscan nuevas sensaciones.

Carlos y Ana repitieron el pasado domingo la hazaña y a ellos se unió Diego. Tres veggisetas levantando polvo y afrontando un duro perfil de carrera. Enhorabuena a los tres.