En esta carrera participaban Martin Fiz y uno de mis ídolos, Abel Antón. Yo llevaba unos cuantos días sin correr porque tenía molestias en el gemelo de la pierna derecha, así que cuando quedaba media hora para empezar fui a calentar en un parque bastante grande que hay cerca de la salida. Estaba lleno de corredores. Cuando llevaba unos 10 minutos, vi a un corredor de la Penya de los Fondistas de Badalona y al aumentar un poco el ritmo para saludarle, PLAF, me dio un pinchazo en el maldito gemelo. ¡¡ Mierda !!. Quedaba un cuarto de hora para la salida. Me di unos masajes y me fui andando un poco rápido para testear la pierna. A la que aceleraba un poco el ritmo, me pequeña dolía y tenía que bajar el ritmo. Mal rollo. Volví a la salida donde estaba Divina y me encendió todavía más al preguntarme dónde estaba. Que había aparecido Abel Antón por allí y se había estado haciendo fotos con la gente y como yo no estaba se había hecho una foto ella. GRRRRRRR !!!!! Pero justo en ese momento Abel se dirigía a la salida, así que sin pensarlo, lo abordé y me hice la foto. Jornada salvada, ya me podía ir para casa.

Faltaban 2 minutos para la salida y Divina me decía que con los gemelos en esas condiciones no debería correr. Yo, que soy fuente de sabiduría y llevo unos cuantos kilómetros a las espaldas hubiera dado el mismo consejo. Pero los corredores ya sabemos cómo funciona esto, una cosa es lo que se debería hacer (SABIDURÍA) y otra lo que se hace (TONTERIA), así es que le dije que empezaría a un ritmo muy lento para ver cómo evolucionaba la cosa. Si iba bien, seguiría hasta Pozal de Vero, donde estaba la mitad de la carrera y se daba media vuelta. Si iba mal, stop, media vuelta, y andando para la salida.

Salida.

Empecé a un ritmo bajo testeando continuamente los gemelos. Si intuía que se acercaba un pinchazo bajaba el ritmo y tiraba el tronco para atrás intentando traspasar la carga a los abdominales.

Km 3

Llegar aquí fue el mayor triunfo, testeando continuamente tanto el estado de los gemelos como la postura de la carrera. En este momento hacía un rato que me había pasado la liebre de las 2 h y ya casi no lo veía. Me di cuenta que los corredores que me acompañaban en este viaje no eran los habituales y cada vez había menos. Me giré para atrás y solo ví a 4 ó 5 personas. El resto de los 600 corredores están por delante. Me abstraje de estas circunstancias y me centré en mi carrera.

Km 5

En este punto había recuperado alguna posición y parecía que los músculos se habían calentado por lo que pude acelerar el ritmo y empezar a adelantar corredores. Pasé a la liebre de las 2 horas y note que la moral también subía. A partir de este momento hasta el final mantuve un ritmo (alrededor de 12 kms/h) con el que no me adelantó nadie, siendo yo el que adelantaba corredores “a diestro y siniestro”.

Di la vuelta en Pozal de Vero y sobre el km 13 me cruzo con el coche escoba, que para animar al personal llevaba unos altavoces poniendo música de la tierra a toda hostia. Y es que donde estén unas buenas JOTAS ARAGONESAS, que se quiten la Rihana, los Dire Straits o los carros de fuego.

Km 15

Adelanté a las liebres de 1:50 pero en el km 16 tuve un nuevo amago de pinchazo. Reducción del ritmo y revisión de postura

Km 19

En una curva adelanté a un grupo de corredores. Ellos eran de la zona, héroes locales, y se habían abierto un poco en la curva para saludar a unos animadores. Aprovechando el hueco les pasé por el interior de la curva. Nada más salir de la curva me pasaron dos de ellos a un buen ritmo. A mí ya me iba bien aquel ritmo. Me puse a rueda a esperar que me llevaran hasta la meta. Pero bajaron un poco el ritmo para saludar a más animadores así que volví a pasarles. El ambiente era realmente espectacular. Gente a derecha e izquierda animando. Además, parecía que éramos los primeros de la carrera porque delante nuestro no se veía ningún corredor. Yo iba a tope. Cuando pasaba el público animaba. “Venga, venga”. Pero un segundo después de pasar ya estaban animando todavía más fuerte a mis perseguidores “Venga Chema” “Que solo queda medio km”. Los tenía pegados a los talones. Oía el clap-clap de sus zancadas justo detrás de mí entre todo el bullicio del público. No estaba luchando por batir ningún record o hacer marca. Me daba igual quedar 100 puestos por delante, que 100 por detrás. Ya había hecho mi carrera y había superado con creces las expectativas iniciales. Quiero decir que en otras circunstancias, me hubiera dado igual que me pasaran. Pero toda aquella gente animando me hizo sentir como si estuviera disputando uno de los campeonatos del mundo de Maratón que ganó Abel Antón, así que puse un punto más de velocidad para dejarlos atrás. Después de unos 200 mts lo logré, aunque no me quise girar para comprobarlo. Si al girarme los hubiera visto cerca me hubiera “desinflao”

Meta Aunque hacía un ratillo que no oía a mis perseguidores, mantuve el ritmo en los últimos 150 metros en clara subida llegando con la sensación de haber cumplido alguna extraña misión. El resto ya os lo imagináis. Agua, sandía, naranja, plátano, más sandía, más agua, ………. ……..……..………..Ah, y a los 10 minutos de entrar en meta, una cojera que me ha durado una semana. !!!!

¡¡¡¡¡ Salud Veggierunners !!!!!