Contraviniendo mis convicciones este año he corrido San Silvestre. Es más no he corrido una sino dos.
La primera fue en Torrent, el día 28. Era la primera vez que se hacía, era solidaria y era mi reencuentro personal con unos amigos. Como era una carrera solidaria, había que aportar leche y aceite para la inscripción, no sé qué cara pondrían cuando vieron la leche de soja que les entregué...
Fue una carrera lenta, de risas, juerga y disfraces, en la que yo iba luciendo al máximo mi camiseta "Veggie Runners" y gritando a los espectadores "carne es
asesinato" hasta que... A falta de poco menos de 2 Km me adelantó un chaval jovencito con una sudadera que rezaba "Carnicería Hnos. Moreno". Ni corto ni perezoso aceleré el ritmo hasta que lo alcancé, pero volvió a dar un tirón muy fuerte y me descolgó. Pero la veteranía es un grado y estas canas no sirven sólo para hacerme más atractivo... Mantuve mi ritmo y pensé "en nombre de los inocentes que asesinas que te voy a humillar". Poco a poco, sin quitarle la vista de encima, fui acelerando el ritmo mientras el matarife se desinflaba hasta que, a 200 m de la meta lo adelanté, pasando por su lado como una exhalación, señalando el dorso de mi camiseta y soltándole una carcajada en la cara. Aunque hacía tiempo que habían pasado ya los primeros, levanté los brazos al llegar a meta y volví a señalar mi camiseta para que la gente viera que los veggie tenemos fuerza, salud y, a veces, un poquito de mala leche (en este caso, leche de almendra).
La otra fue la de Valencia, el día 30. No tengo mucho que decir, sólo que había más gente que en las manifas contra la guerra de Irak. 15.000 aficionados y 4.600 metros. Sólo pude correr bien el último Km. Eso sí mucho buen ambiente y la presencia de Redolat, que como casi todos los años, ganó.
Feliz y veg*no año!!