Saioa Ortiz vive en Zaragoza, es vegetariana y dedica su tiempo libre a correr ultras, 100k y cosas así. Este año ha completado la UTMB, la carrera Ultra por excelencia en el mundo y nos cuenta sus experiencias en esta crónica.
Desde la Unión Deportiva Vegetariana nuestra enhorabuena por completar semejante reto.
26-27-28 DE AGOSTO DE 2011
No me pude imaginar jamás que iba a tener la suerte de participar en el UTMB. Había conseguido los puntos necesarios en el 2010 y realizado la preinscripción en diciembre del mismo año, y de repente nos enteramos de que !!!!!!!! Me había tocado en el sorteo !!!!!!!!!!
Después de medio año intentando entrenar tanto física como mentalmente, por fin había llegado el momento. Llegamos a Chamonix el 22 de agosto, unos días de adaptación y vamos descubriendo un lugar ideal para corredores y amantes de la montaña.
El 26 de agosto, después del buen tiempo reinante durante la semana, la climatología cambió radicalmente. El parte meteorológico indicaba que por la tarde habría fuertes lluvias en la zona, por lo que la organización decide retrasar la salida de la carrera 5 horas (de las 18:30 a las 23:30h). Empiezan a acudir los nervios, será cierto o se anulará como el año anterior…pero al final se decide que el inicio de la prueba sea a las 23.30.
Llegamos a la línea de salida 1h antes del inicio para conseguir una buena colocación. Sigue lloviendo a cántaros desde las 16h y los nervios están a flor de piel. Se acerca el momento del inicio, intensas emociones se sienten en el ambiente, tras la señal nos damos cuenta de que hemos comenzado el Ultra, el Ultra por excelencia, la más grande de las pruebas de montaña…
Hemos comenzado una carrera dura, de 166 Km. y 9.400 metros positivos y 9.500 negativos, que al finalizar serían 10.000 positivos y 170 Km. Algunos participantes llegaron a medir con sus GPS más de 180 kms, debido al recorrido alternativo que impuso la organización, tras eliminar algún tramo por los desprendimientos de nieve en la zona de BOVINE. Para mí, como para la mayoría de los corredores, más que un Ultra de Montaña es una aventura. Objetivo: acabarla. No todo el mundo puede físicamente aguantar los durísimas condiciones, las circunstancias de carrera mandan y al final acabaríamos la mitad de los participantes.
La salida es suave, las emociones fuertes, la noche cerrada, llueve, y aunque la sensación sea de estar mojado, tanto por fuera como por dentro, no se siente nada de frio. Amanece subiendo la COL DU BONHOME (km.35) , desaparecen las nubes y la lluvia, mostrando un paisaje y un amanecer maravillosos e increíbles.
Tras llegar al Col DU BONHOME (2.443 m. km.45) el paisaje se torna nevado pero con un ligero aumento de la temperatura y una menor sensación de frío.
En el siguiente COL DE LA SEIGNE (2.516 m. km.60), comienza a nevar de nuevo juntándose esta vez con una fuerte ventisca. Pronto comenzamos a ver los impresionantes Glaciares de la Cara Italiana del Mont Blanc: bloques de nieve en las partes altas, de nieve y roca en las medias, y de roca pura en las bajas (llegan hasta el valle). El día es muy bueno, ya hace calor y empieza a sobrar la ropa de abrigo.
Con la caída de la segunda noche, a partir del COL FERRET (2.537 m. km.99), comenzará la segunda parte de la carrera. Conforme se va subiendo comienza a llegar la niebla, hace frío y hay que tener cuidado en no perderse porqué la niebla se va espesando. El segundo amanecer se hace más duro, el cansancio hace mella y me voy durmiendo con los bastones en las manos…de repente las piedras del camino me hacen despertar.
Después de la dura subida de casi mil metros de desnivel desde Martinins hacia Arnuva es cuando realmente soy consciente del cansancio del cuerpo y entonces es cuando empieza la cuenta atrás, sólo quedan unos 40km, o eso era lo que creíamos. La sorpresa aún vendrá al final con la subida por el mirador bajo de Chamonix. Aquí ya voy andando, como casi todos.
Por fin alcanzamos Chamonix…comenzamos a correr de nuevo y completamos la última vuelta al pueblo (después de llegar hasta aquí, el final había que hacerlo corriendo…), ayudados por los ánimos y gritos de la gente (conocidos y no) que se han acercado a esas tierras. De verdad que es imposible describir con palabras la cantidad de emociones y sensaciones que se tienen… llegamos, por fin FINISHER.
Ha sido una experiencia inolvidable, sufrida, de llevar al cuerpo al límite, compensada por los maravillosos paisajes, los ánimos de familiares, amigos (tanto presenciales como en la distancia) y espectadores; sobre todo a Álvaro por aguantar dos días enteros casi sin dormir y nervioso perdido por lo que me podría pasar, y a Mario, por indicarme unas pautas de entreno y ser capaz de terminar un reto como este. Agradecer a Luis Sistac "alias topete" (bombero de Zaragoza) por su amistad y compañia en gran parte del recorrido (entra conmigo en meta).
UTMB :170 KM (APROX). tiempo empleado 41h 15 minutos. Posición: 19ª en categoría senior femenina