Este año el Maratón de Castellón era también Campeonato de España y así la prueba ofrecía un nivel deportivo astronómico, sin duda el mejor de los últimos años pues los campeones de España a título individual se clasificaban automáticamente para los Juegos Olímpicos de Londres 2012, iban a participar Julio Rey, Luis Miguel Martin Berlanas, Carlos Castillejo, Iván Galan, Miguel Gamonal, José A. Casajus, Vanesa Veiga, María José Pueyo, Beatriz Ros.
Al final lo lograron Carlos Castillejo, Vanesa Veiga y Beatriz Ros, quienes consiguieron el requisito indispensable, bajar de 2:14:00 en hombres y 2:34:00 en mujeres.
Diapositiva2Con tanto nivel, me situó cerca de la cámara de llamadas de los atletas elite y así veo de cerca a grandes atletas y de paso me hago alguna foto, como Berlanas no aparece, saludo a Mª José Pueyo que es aragonesa y campeona de España de Maratón en 2005 y me hago una foto con ella.
Comienzo a calentar y de los arbustos sale una voz:
- ¡Carlicos! Estoy aquí.
No me lo puedo creer, estoy oyendo a RabiCo y aparece ante mí su figura menuda:
-¡Donde te has metido!
- Bueno, he viajado por ahí y al final he llegado a Castellón.
- ¿Y por qué Castellón?
- He conocido a alguien
- ¿A quién?
- A una liebre, se llama Lali y se apellida Ebre, Lali Ebre, ven que te la presento.
- Te recuerdo que me dijiste en Zaragoza que no te gustaban las liebres, que eran unas creídas.
- Ya, ya, pero esta es diferente y además estoy enamorado.
Me lleva cerca de la salida y al lado de los globos que van a marcar los diferentes tiempos, me presenta a su ¿chica?, una pequeña pero espectacular liebre.
Carlicos, esta es Lali. Lali este es Carlicos.
Encantado, ¿Qué tal?
Muy bien, me ha contratado la organización para ser la liebre de los 3h15’, y tú, ¿qué tiempo piensas hacer?
Quiero llegar en 3h30’, pero no sé qué va a pasar.
Pues vete con RabiCo y así no vas solo.
¡Vale!
RabiCo me mira con mala cara y dice resignado
Pero yo quiero ir contigo, Lali.
Conmigo no puedes, que voy a tener mucho lio.
RabiCo no está conforme pero acepta a regañadientes la propuesta.
Vamos al cajón del 3h30’ y tras los prolegómenos de rigor suena el pistoletazo de salida, RabiCo no se asusta, se nota que ya está acostumbrado.
La carrera comienza rápida, los nervios y la aglomeración inicial nos obliga a ir con cuidado, pero al kilómetro ya estamos situados correctamente.
En el kilómetro 3, Ana, mi hija, su chico Diego y mi cuñado Chimo me están esperando, pasamos tan rápido que no les da tiempo a hacer la foto.
Vamos viendo por delante al globo del 3h15’.
En el kilómetro 5 pasamos en 23:30 es decir a 4:38 y le digo a RabiCo:
- Vamos muy rápido, yo tengo que ir a 4’55.
- No pasa nada, estamos frescos.
Saludo a mi hermana que ha salido a verme con Carlos, uno de sus hijos gemelos que pese a estar con bronquitis quiere verme pasar. Choco su mano y me desea suerte.
Seguimos corriendo y pasamos por el km 10 en 47:47 a 4:51, por el 15k en 1.11.21 a 4:43.
- RabiCo, vamos muy rápido, seguimos viendo por delante el globo del 3h15’ y eso no es bueno. ¿no querrás llegar con Lali, verdad?
- Que va, que va, calla y sigue corriendo.
En el kilómetro 20, Ana, Diego, María, Javier y Chimo me dan ánimos. Están bajo la atenta mirada del Tombatossals (20 toneladas y 20 metros de altura), un gigante bueno que con la ayuda de sus amigos hizo posible la fundación de la ciudad de Castellón de la Plana.
Por la media maratón pasamos en 1h 42 y le digo a RabiCo:
- Vas muy rápido, si quieres ir con Lali tu liebre, vete, yo no puedo seguir a este ritmo y lo pagare más tarde.
- ¡Vale!, me voy con Lali, nos vemos en la meta.
Le veo marcharse a través de los corredores y desde ese momento sé que lo voy a pasar mal, muy mal.
Intento regular mi tiempo y puedo llegar al km 30 en 2.28 y entonces vuelve a pasar lo de Zaragoza, el globo del 3.30 y su sequito me alcanzan, sigo con ellos pero van más rápido de lo que yo pensaba, los veo marchar. Me toca sufrir hasta la meta.
Solo veo corredores que me adelantan, no consigo estar cómodo, pienso en la meta, me olvido del tiempo, imposible llegar en 3.30. Solo me planteo llegar.
A partir del km 36, la gente de Castellón que se ha volcado en la Maratón, está en la calle, abarrotan las aceras y no dejan de animar, eso me da algún subidón pero dura poco.
Bebo agua, luego isotónico, ahora un gel………….Esto no tira, sigo viendo gente que me pasa.
Ana y Diego me gritan, no sé qué dicen, algo del sufrir y llegar, pero no les entiendo.
38, 39, 40, 41 ya veo la recta de contrameta, la gente grita, aplaude, toca apretar los dientes y seguir, seguir, hasta la meta.
Un corredor que antes se había parado y le había animado a seguir, se pone a mi lado, me coge la mano y recorremos los últimos metros como dos novios.
Llegada en 3h42’, vaya tiempo más malo, toalla, agua, medalla, pulsera, retirar chip, no me entero de nada. Veo a mi hija. Alguien me llama:
- ¡Carlicos, estoy aquí!, -me giro y veo a RabiCo con Lali y 4 gazapos que corretean a su alrededor.
- Mira esta es mi familia.
Casi no le hago caso y le deseo lo mejor.
Hasta luego RabiCo, no me pillas en otra, que seas feliz.