Es la primera vez que me enfrento a una carrera de dos días y hoy lunes sigo ¡VIVO! y cicatrizando después del fin de semana desértico.
Sábado 2 de julio. Valmadrid – Valmadrid. Hora: 16’30 h. Tª: 33ºC. Distancia: 11 km ±
Llego pronto al pueblo, tanto que aun no ha llegado nadie. Recojo el dorsal y me voy al coche a equiparme, os cuento que va para largo: tiritas para los pezones, camiseta interior, pantalón corto, vaselina en pies, axilas e ingles, crema protectora solar, bálsamo del tigre en tendón aquileo izquierdo (llevo unos días con molestias), calcetines, pantorrilleras, polainas, camiseta Veggie con dorsal 112, muñequera, buff, gorra, gafas y una riñonera con agua y algún gel.
Hace calorcito, estiro y troto un poco. Dan la salida y salimos del pueblo, alguna nube protectora y comienza la primera subida, a sufrir. Luego llaneamos y comienza una zona de descenso, llena de zarzas y tomillo, por lo menos huele bien. Algunos saltos complicados entre piedras y raíces que me hacen temer una caída. Llegamos a la zona de campo labrado, mucha tierra arenosa y los pies que se hunden hasta los tobillos, ¡gracias polainas!.Solo pienso en el día siguiente, en reservar todo lo que pueda.Volvemos al camino, descenso y luego dura cuesta, llegando a Valmadrid por asfalto y ya hacia la meta. Al final 52 minutos. Hidratación, tengo que recuperar rápido para mañana. Nos dejan entrar en la piscina, estirar, ducha, bañito, vuelta a casa a cenar y poner la lavadora para tener la veggiseta lista para mañana.
Domingo 3 de julio. La Puebla de Alborton – Belchite.Hora: 10’30 h. Tª: 35ºC Distancia: 24 km ±
Llego a Belchite, me visto como ayer, pero cambio la riñonera por mochila con 1 litro y medio de agua (llevo bebiendo agua desde que me he levantado). La organización nos lleva en buses hasta La Puebla de Alborton (lugar de salida). Paseo por el pueblo, estiramientos y suave trote. Petardo al aire y a correr. Se rodea el pueblo y tómanos una senda. Empezamos subiendo los primeros 4km así que dosifico. Llegamos a una senda estrecha, vamos en fila india y casi andando. La senda poco a poco se va empinando y llegamos arriba.
Se sigue por unas colinas y vamos descendiendo por piedras y arbustos, regresamos a la Puebla por camino llano. Nos encaminamos hacia un cañon llamado la Foz de Zafrané, lo más bonito de la ruta si pudiera disfrutarlo. Pasamos por una cantera de yeso y el calor machaca. Llevo una hora y cuarto de carrera y veo un cartel de 21 km, alucino, hago cuentas, me digo ¡qué bien voy!, me animo mucho y pienso que aunque voy mal me quedan como mucho 4 km. ¡FALSO!, me adelanta un corredor con reloj cuentakilómetros, le pregunto cuanto llevamos y me dice ¡12’5 km!, me hundo en la miseria, me da un bajón y me enfrento a lo peor.
Recta sin fin, gravilla, tierra y polvo blancos que reflejan aún más la luz y aumenta la sensación de calor.En los avituallamientos, cojo siempre dos botellas de agua, uno para beber y el otro me lo echo por encima. En estas zonas voy andando para recuperar y me tomo algún gel. El calor cada vez me aplasta más.Ya vemos Belchite, pregunto ¿Cuánto queda?, 6 km. Me dicen.
Siguen las malas sensaciones, estoy cansado y roto. Tengo que seguir. Llego a Belchite, oigo la música, me dejo llevar, giro una calle y veo la meta. Por fin he llegado en 2 horas y 30 min.Busco el agua de la zona de avituallamiento, platanos, naranjas, isotónicas, ¡todo para dentro!Una chica me toca el hombro y me dice: -¡yo también soy veggie, pero no tengo camiseta!, os sigo por la red y …………………….. Estoy tocado y casi no la escucho, perdóname.Piscina, estirar, calambres, rozaduras, me quedo a la entrega de trofeos y vuelta a casa, roto pero contento.
Resumo en dos palabras este fin de semana: desértico y extremo.
¿Volveré el año que viene?