Eran las 9:00 y habíamos quedado todos en el punto de encuentro, Oscar, Evo (ya sabeis lo galgo que es Oscar, jeje) y yo, llegamos unos minutos tarde y allí estaban todxs los veggierunners (parejas y acompañantes incluidos). Qué ilusión!. Rápidamente, foto oficial y a calentar. Quedaba poco tiempo y ya empezamos a sudar algo. Todo hacía presagiar que la mañana iba a ser dura, de verdad.
Cuando faltaban 10 minutos, Oscar y Javi Azuqueca se nos van hacia delante, cerca de los “máquinas” (esa era la estrategia, tener dos grupos en carrera uno en primera fila y otro en la retaguardia, lo que pasa que yo me enteré en ese momento). Nos colocamos el resto, Javi Hidalgo, Rude, Tony, Fabri y yo juntos y al momento, suena el pistoletazo. No tardamos en salir y Rude se nos va delante y Tony se queda detrás (¿esa era la estrategia? No me acuerdo). Vamos el trío albacetense juntos. Con dos GPSs (el de Fabri y el de Javier Hidalgo). Fabri va controlando el tiempo, la idea era empezar sobre 5:10-5:20 e ir hacia los 5 min/km poco a poco para hacer un tiempo de 1:45 o mejorarlo. La cosa pintaba feliz, los 3 albaceteños de la UDV ibamos bien, ya sudando, pero bien, bromeando y adelantando gente. El primer km lo hacemos a 5:40 (por el gentío) y el segundo a 4:30. Javi se queja diciendo que parece que vamos rápido, a mi tambien me lo parece, pues mis sensaciones eran de cambios de ritmo. En un cruce, sobre el km 4, vemos a Oscar junto con Javi Azuqueca, seguidos por Rude (los animamos y se les ve bien). Van pasando los avituallamientos y el cuerpo pide agua por dentro y por fuera constantemente. Llega el km 6 y me empiezo a encontrar mal, el cuerpo me pide constantemente agua, pero a pesar de tomar pequeños sorbos, la sed perdura y perdura y aunque me hecho agua y agua por encima, mi cuerpo parece una brasa incandescente y la barriga llena de agua. Cerca del avituallamiento del parque de bomberos, me empiezo a encontrar mal, los cuadriceps los noto cargados, muy cargados, me empiezan a pesar mucho y, bufff me temo lo peor, cada vez me cuesta más. Se lo comento a Fabri, pero me anima y sigue conmigo. Al rato, Javier Hidalgo sigue adelante y Fabri se queda conmigo animandome. Hasta el km 9-10 voy sufriendo y aguantando y vamos de media a 5 el km. Fabri me sigue animando y que no piense, que sólo quedan 10 km, eso es ná, pienso, pero el dolor es fuerte. Me tomo un gel y al rato parece que bien, pero mi batalla psicológica la voy perdiendo, no puedo dejar de pensar en el dolor. Pasamos por la salida y, veo un amigo que había abandonando que nos anima. Sigo sufriendo y me fijo en la gente, se oyen sirenas, la gente andando, en algún avituallamiento parece que falta agua, me entran ganas de parar, le transmito a Fabri mi sufrimiento, pero me insiste: “no pienses, levanta las piernas, no pienses, corre…” veo una ambulancia y se me enciende la bombilla: “me quedo aquí”, se lo digo a Fabri y me mira alucinando y al ver su cara, me hecho a reir (menos mal que me sigue quedando humor, jaja, aunque he de reconocer, que la ambulancia estaba ocupada, si no, me hubiera quedado). Van pasando los kms que se hacen eternos, el dolor de cuadriceps va a mas. En el km 15 nos pasa nuestro amigo Jose y nos dice: “Alcolea, te lo dije” jeje (Tony, va detrás de nosotros y también lo oye), al rato nos pasa y nos dice que va sufriendo, pero lo puede llevar. Pienso que debería haber estirado más y eso me cabrea más, no puedo rebajar marca, me cabreo más. Le digo a Fabri que tire y que me deje que “muera solo”, pero niega con la cabeza y me dice: “vamos a acabar juntos”. Me sigo echando agua, pero la boca está seca, la camiseta chorrea de agua, estoy acalorado. Parece que ya acaba y veo el km 20. Me parece mentira, pero siento que voy acelerando, ya no queda nada, Fabri sigue conmigo, ya no queda nada, la pequeña cuesta del parque me parece el Ocejón, pero enseguida veo la recta final y aceleramos, poco, pero aceleramos. Entramos en meta, miro el reloj y 1:55:55, resoplo, Fabri me abraza y hecho a llorar (él no se da cuenta), he conseguido acabar, pero cuanto sufrimiento!
Bebemos agua, isotonica, zumos, estiramos y estiramos. Sigo llorando en silencio por el esfuerzo y la ayuda de Fabri. Nos juntamos con el resto de veggies (algunos se habian ido al hotel a ducharse). Oscar y Javier Hidalgo nos comentan que también han sufrido: mucho calor, demasiado.
Resumen: la carrera que más he sufrido, pero contento de haber compartido este sufrimiento con otros compas de equipo y con sus parejas, que durante la carrera animaron bastante y se llevó mejor el sufrimiento. La moraleja, supongo que aprender de los errores y a mejorar en la próxima, no queda otra. Y agradecer la visita a nuestra ciudad de otrxs miembros del equipo UDV, lo que anima a seguir adelante y compartir estas experiencias.