Tras la media Maratón de Moncada, con 1:33, redoblé esfuerzos para, en un mes, poder bajar el crono a 1:30 en la sigueinte media del calendario: La Media maratón de Torrent. Era una empresa difícil, ya que el terreno, aunque bien conocido por mí, era un contínuo rompepiernas el cual combinaba largas cuestas con abruptas bajadas para voler a subir cortas pero empinadísimas cuestas que te rompían el ritmo y minaba la capacidad de guardarte esas fuerzas que sueles dejar para la parte final de la carrera.
Un fuerte dolor de rodilla, esta vez en el rotuliano, me impidió redondear el entrenamiento previo a la carrera con una última semana de entranamientos muy conservadores por temor a romperme del todo.
Allí me presenté, en la salida de la Media de Torrent con muchas caras conocidas, buen ambiente y escasa participación (378 corredores). La salida tuvo lugar en las flamantes pistas de atletismo y fue limpia, sin aglomeraciones ni codazos, por lo que en seguida pude correr libremente a mi propio ritmo.
Pasé los 2 primeros Km a 4:30, con un poco de jadeo en mi respiración, las sensaciones no eran buenas, por lo que rápidamente supe que ya me podía despedir de la marca deseada. Luego vendrían 2 kms de subida y después el tobogán rompepiernas. Nada más pasar el km 5 venía la subida más empinada de todas y no sería hasta el km 10 en que la pendiente se estabilizaba y pude coger un ritmo constante. Para entonces ya llevaba más de 45 minutos de carrera, la cual discurría por entre naranjos y algarrobos bajo un sol de justicia.
Aumenté el ritmo y poco a poco iba adelantando a algunos corredores, pero en general estos kms fueron de soledad y fuerte calor.
En la penúltima subida, una cuesta de unos 300 metros en el km 15 me adelantó un grupito de unos 6 corredores. Fue un duro golpe moral, sobretodo porque poco antes un espectador (de los pocos que por allí había) había dicho que iba por la posición 40 (aproximadamente). Además me sentía muy cansado, tanto, que estuve a punto de abandonar… No había más remedio que rehacerse, bajar el ritmo, echarse agua y confiar en uno mismo para no reventar.
Entrando ya en la zona urbana, con la calle pendiente arriba, veía que no me adelantaba nadie y que era muy posible, al menos, mantener la posición en los 3 últimos kms. Ese era ahora mi objetivo. Centrándome en eso y en no perder la cadencia de carrera aún pude adentar a un par de corredores que habían estado toda carrera haciéndome la goma.
Entrando en las pistas oigo al comentarista decir que estaba entrando en la meta el segundo corredor local. Yo corría en categoría local y en esos momentos me encontraba a 300 metros de la meta, contando con que daban 6 premios a los locales, me hice la ilusión de subir a podio, de manera que eché el resto para evitar que el corredor que venía detrás mío (miembro de un club local) me adelantase. Vanas ilusiones las mías cuando el comentarista demostró que no conocía a los corredores que iban llegando. Entré el 14 de los locales, con un tiempo de (una vez más) 1:35.
Aunque no mejoré demasiado el tiempo con respecto al año pasado sí lo hice en cuanto a posición, ya que entré en el puesto 58 de la general y el 21 de mi categoría.