El día 12 de junio a las 20:00 h volvió a verse la "Veggieseta" por tierras valencianas. Esta vez fue en Tavernes Blanques. Una carrera cortita y con un tiempo fresco que incluso amenazaba tormenta. En la salida me situé en la cola y me pasé los 18 minutos que duró la prueba adelantando a decenas de corredores. Incluso me permití el lujo de entrar al "sprint". Todo es poco para que los corredores vean el mensaje. En definitiva, una tarde familiar (apenas 500 corredores), tranquila y festiva. Una buena manera de reivindicar el vegetarianismo haciendo lo que más nos gusta.
Al día siguiente tenía cita en la II carrera de orientación de Cheste. Organizada en las dependencias de un complejo educativo. El mapa se componía de zonas semiurbanas, campo abierto y jardines. Una vez allí, desde lo alto de la ladera, se podían obsevar las motos del cicuito de Cheste que, pese a estar a varios kilómetros, nos ensordecían con sus zumbidos.
Durante el calentamiento tuve un inesperado y agradable encuentro: ¡Un compañero de equipo se disponía a correr! Dos Veggie Runners nos encontrábamos dispuestos a tomar la salida. Nada menos que David Román, reciente aficionado a las carreras de orientación y ya en categoría de federados.
La carrera era corta, rápida y muy técnica. El monte bajo y el matorral rasgaban las espinillas y no era difícil caer al suelo, pues algunos tramos eran de terreno muy irregular. La escala 1:5.000 no permitía errores. Justo lo que me pasó, un error en el cálculo de la escala me hizo pasarme de largo un control, por lo que perdí 5 minutos que me relegaron al sexto puesto. David, en una categoría superior lo tuvo aún más difícil, además de tener que competir con corredores muy experimentados.
No conseguimos medallas, pero sí darnos a conocer (algunas personas se interesaron por el vegetarianismo) y, sobretodo, pasar un rato agradable. Espero que volvamos a coincidir en otras carreras ¡Ya no me encuentro tan solo!