Gemma Garrigós Marzo
Número de Colegiada 568
Correr es una actividad física estupenda para la salud que el ser humano, lleva haciendo tantos millones de años que casi deberíamos hablar de los perjuicios de NO salir a correr. Se ha demostrado ya con una certeza irrefutable que la actividad física aporta múltiples beneficios a nuestro cuerpo y a nuestra mente, fortalece nuestros músculos, mejora nuestra capacidad cardio/respiratoria y nos hace segregar hormonas que nos hacen sentir mejor y más felices.
A pesar de eso, cuando corremos, debemos tener en cuenta ciertos aspectos que harán que podamos disfrutar de esta actividad deportiva que tantos beneficios nos aporta, minimizando el riesgo de lesiones. Es importante, por ejemplo, que nos alimentemos sanamente, que utilicemos ropa y calzado adecuado, que respetemos nuestras capacidades y aprendamos a cuidar nuestro cuerpo cuidando nuestra postura o introduciendo en nuestros entrenamientos ejercicios de fuerza, de propiocepción y rutinas de calentamiento y estiramientos adecuados.
Vamos a hablar un poco más del calentamiento muscular previo a la práctica deportiva y de la relajación posterior a la misma, los cuales son fundamentales para prevenir lesiones. El estiramiento es una medida preventiva de lesiones tanto para los músculos como para las articulaciones y además repercute en el rendimiento deportivo. Los estiramientos ayudan a preparar el cuerpo para el esfuerzo que supone la práctica deportiva y al mismo tiempo, sirven para mejorar el descanso y asimilar el ejercicio una vez finalizado. Razón por la cual, no estirar provoca un desequilibrio muscular que a medio plazo puede derivar en una lesión.
Cuando hablamos de los ejercicios de elongación previos al entrenamiento, hablamos de esos estiramientos de menor duración que tienen como propósito activar la musculatura para que reaccionen ante diversos estímulos físicos. Mientras que, por su parte, los estiramientos que se realizan posterior a la práctica deportiva y que son de mayor duración, tienen como objetivo preparar al músculo para el descanso, eliminan las tensiones, mejoran la circulación y reducen el dolor muscular. Además de prepararlos para su fase de regeneración de las fibras musculares.
Para los estiramientos al finalizar la práctica deportiva es importante aprender a hacerlos de manera correcta. La manera correcta será aquella en la que el estiramiento es relajado y sostenido, manteniendo la atención en los músculos que estamos estirando. La manera incorrecta que por desgracia es la que se realiza más frecuentemente, es hacer movimientos de vaivén o estirarse hasta sentir dolor. Para estirarte correctamente, sigue estos sencillos pasos:
• El estiramiento fácil: cuando comiences un estiramiento, dedica de 10 a 30 segundos sin hacer vaivenes. Llega hasta el punto donde sientas tensión moderada y relájate mientras mantienes el estiramiento. Si en esta posición no te sientes cómodo, relaja hasta encontrar el punto adecuado.
• Estiramiento evolucionado: después del estiramiento fácil, avanza un poco más, alargando el estiramiento de 2 a 3 cm lentamente y sin brusquedad. Nuevamente mantén la posición de 10 a 30 segundos. Al repetir el ejercicio la tensión deberá disminuir.
• Respira correctamente: la respiración debería ser lenta, rítmica y controlada. No contengas la respiración cuando estires
Aquí te dejamos algunos ejemplos de estiramientos que puedes hacer después de tu práctica deportiva: