Llegó el momento, ha sonado el despertador a las 5:00 y me levanto sin más dilación. Voy al comedor del refugio donde me han dejado el desayuno en una mesa. En los bancos del comedor, hay 3 tíos durmiendo que supongo han llegado durante la noche. La hoja donde pones tu nombre conforme has pasado por el refugio, que la noche anterior estaba casi vacía, ahora está llena. Han pasado corredores a las 11, a las 12, a la 1, a las 2, a las 3….durante toda la noche. Acabo de desayunar a las 5:30 y me voy vistiendo.
Para quien no conozca Carros de Foc, decir que tienes que salir de un refugio, pasar por otros 8 y llegar de nuevo al refugio del que has salido. En definitiva, son 9 tramos. Vas con un cartoncillo y cuando pasas por los refugios te ponen un sellito y sigues al siguiente. También dejas tu nombre para que, en caso de que pase algo, se sepa dónde has estado y hacia a dónde ibas.
1. Colomers-Restanca. A las 6:18 pongo el primer sello en el forfait y salgo afuera. El viento, aunque a rachas, pega fuerte, muy fuerte. Empiezo a correr lentamente para ir calentando músculos pero a los 5 minutos me doy cuenta que no llevo el móvil por lo que vuelvo al refugio, cojo el móvil y vuelvo a la ruta. Empiezo a correr un poco más deprisa pero enseguida me doy cuenta que hay algo que no funciona, el desayuno no me ha sentado muy bien, por lo que subo andando hacia el Port de Caldes. En este tramo, cuando soplan las rachas de viento, lo hacen tan fuerte que en alguna ocasión me sacan del caminon. Después del Port de Caldes viene la primera equivocación en el camino, en vez de cruzar hacia el Coll de Crestades, dejo los lagos a mi derecha. Tardo unos 5 minutos en darme cuenta y tengo que rectificar. A partir de aquí sigo por el camino correcto y bajo por un camino endemoniado hasta el refugio Restanca (2 horas).
2. Restanca-Ventosa i Clavell. Sello en el Restanca y salgo sin perder tiempo hacia el Ventosa. En este punto la ruta no es circular y tengo que volver a subir la bajada endemoniada anterior. La subida hasta el Coll de Crestades es dura, pero todavía estoy fresco y llego arriba fácilmente. Encuentro a una pareja y me indican el camino hacia el Ventosa. Bajo corriendo bordeando algunos lagos. El objetivo es bajar de las 2 horas y finalmente lo hago en 1 hora 45 min. Perfecto. Ha llegado el momento de empezar la etapa más dura. Pregunto a la gente del refugio dónde está el Coll de Contraix y me lo señala a través de una ventana. Veo un valle bastante largo y al final una pared bastante alta y vertical. El dedo del guarda señalaba la parte alta de aquella pared.
3. Ventosa i Clavell-Estany Llong. Llego al Estany Gran de Colieto, un paraje de una gran belleza donde el agua baja mansa entre un bosque de pino negro. Es una pena no poder pararse a disfrutar de esta zona. Llego a una zona donde es fácil correr, pero al cabo de un rato llega la parte, para mi, más dura dels Carros de Foc. Se trata de unos bloques de piedra inmensos en los cuales es difícil hasta encontrar el camino. Tengo que saltar entre piedra y piedra cogiéndome con las manos en muchas de ellas. Hay bloques tan grandes que entre ellos quedan unos espacios que, en caso de caer en ellos, sería difícil salir. Además por debajo pasa un río. Un río que no se ve pero que se oye con gran potencia. En algún tramo tengo que dar media vuelta y buscar un paso más fácil y seguro. Finalmente llego al final del mar de piedruscos y afronto la parte final de la subida al Coll de Contraix. Es dura pero la hago a buen ritmo. La vista desde aquí arriba es impresionante, La Vall del Colieto, la Sierra de Tumeneia, el Gran Tuc del Colomers, … Coincido en la cumbre con un Skyrunner que llega sofocado con su hijo y con su hija y me dice: “es la tercera vez que hago el Contraix y cada año digo los mismo: ¡aquí no vuelvo nunca más!”.
Empiezo la vertiginosa bajada atravesando un gran nevero. Un poco más abajo, no puedo resistirme a pegarme un baño en una de las pozas del rio. Sigo bajando y me doy cuenta que empiezo a perder tiempo respecto a las previsiones. Para colmo, el track del gps me envía equivocadamente al otro lado del río, perdiendo bastante tiempo. Para volver a este lado del río, pego un salto un poco arriesgado. Fallo el salto y acabo cayendo de pie al río por lo que tengo que bajar al Estany Llong con las bambas y calcetines completamente mojados. He tardado 4 horas en llegar al Llong y tengo la moral por los suelos. Por primera vez, con las fuerzas que empiezan a flaquear, con las equivocaciones del camino, con los pies hechos polvo de correr con el calzado mojado, con las previsiones de tiempo también destrozadas, y con lo que queda todavía de recorrido, me planteo el tema de no acabar la carrera.
4. Estany Llong-Colomina. Afortunadamente llevo calcetines secos de recambio. Me los pongo y sigo el camino hacia la Collada de Dellui. Hay un momento en que se puede correr placenteramente aunque al acercarse a la Collada, toca andar. La bajada al Colomina también es agradable y fácil de correr. Aunque llego bastante cansado, esta etapa me ha dado ánimos. Llego al Colomina a las 17:30. En este punto tengo cobertura y llamo a Divina que estaba en el refugio Mallafré (todavía me quedan 2 refugios para llegar allí) desde las 4 de la tarde para darme ánimos. Pero ahora la que no tiene cobertura es ella.
5. Colomina-Josep Mª Blanc. Al principio voy bien pero al cabo de un rato llego al Pas de l’Ós y la subida al Collado de Saburó, dos subidotes que a estas alturas ya hacen daño. En el collado me encuentro a un hombre que me dice que para llegar hasta el refugio me queda una media hora. Pero a estas alturas ya voy lento, y al final también pierdo tiempo en una equivocación por lo que tardo en bajar 1 hora. Son las 20:10. Las fuerzas ya están muy mermadas y este último tramo ha acabado de quemarme. Después de poner el sellito en el forfait tomo la decisión que en el siguiente refugio (Mallafré) me retiro.
A todo esto, Divina estaba intentando saber dónde estaba. Había llamado al refugio Josep Mª Blanc y, por error, le habían dicho que había pasado a las 3 de la tarde por lo que debería estar pensando “¿dónde se habrá metido este tío?” Estuvo esperando hasta las 8 de la tarde pero al final se tuvo que ir porque empezaron a bajar las temperaturas.
6. Josep Mª Blanc-Mallafré. Este recorrido se puede hacer por 2 caminos. Uno sube al Coll del Monestero y el otro es más largo, pero va por una pista y se hace más rápido. En las condiciones que estaba me fui por el fácil. Problema à el track del gps iba por el camino difícil y me tenía que orientar con el mapa clásico de papel. Para variar, no podía ubicarme en el mapa por lo que tuve que esperar un rato a que llegara un caminante de Reus al que había pasado hacía un rato. Le pregunté y afortunadamente conocía el terreno y me orientó correctamente. En este momento empecé a correr por la pista teniendo la sensación que eran los últimos momentos de la aventura de hoy.
Entonces pasó algo raro. Paro a beber y pienso que, a lo mejor en este punto tengo cobertura. Saco el móvil, lo abro y… ¿¿??... Justo en ese momento llama Divina:
- “Escolta nena” – es lo que siempre le digo cuando le cojo el teléfono-. Esperaba una conversación de preocupación porque hacía mucho rato que me buscaba y no me había encontrado. Sin embargo, me dice:
- “¿Cómo va?!!! Venga !!! Ánimo !!! Que esto está hecho !!!. Y otras frases de ánimo.
Y digo que paso algo raro, porque en ese momento me dio un subidón que pensé “esto lo acabo yo como sea”, “si hay que correr toda la noche, se corre”. Desapareció el cansancio, desapareció el agobio, apareció la firme determinación de llegar al final. De todas formas, solo me quedaban 4 refugios.
Después de la conversación, sigo corriendo por la pista hasta llegar a 2 túneles que hay en medio que tuve que sortear bajando por un barranco y subiendo unos 100 metros más allá. Por fin, llego al Mallafré a las 23:30. Solo están despiertas las chicas del refugio que me estaban buscando con Divina. Les digo: “hola, soy Ezequiel” y me contestan “hombre Ezequiel, pensábamos que te habías perdido”. Después de un ratillo hablando, marco el forfait y me voy para el Amitges.
7. Mallafré-Amitges. La noche es agradable, no hace frío si vas moviéndote y hay luna casi llena, por lo que, como en este tramo todo es pista lo hago sin frontal. Llego al Amitges a la 1:05. Veo al Skyrunner con el que había coincidido en lo alto del Contraix. Él ya había acabado todas las etapas y estaba acabando de cenar, con su hija y la gente del refugio. Me da la mano y me desea suerte. Yo le digo “hey nen, el año que viene hago esta carrera contigo”. Me contesta: “hecho”. Simplemente era una conversación para darme ánimos porque ni nos dimos los teléfonos ni nada.
8.Amitges-Saboredo. Nada más salir del refugio, veo un ciervo. Me sigue un rato a ver si le daba algo de comida. Finalmente se vuelve para el refugio y yo sigo para la montaña. Esta es una de las etapas más fáciles del recorrido y tengo 5 horas para hacer las 2 etapas que me quedan. Voy justo de tiempo pero se podía hacer bien. PERO, lo que era una noche agradable dejó de serlo. Poco a poco se cerró el cielo y empezó a llover, empezó a bajar la temperatura y a subir la niebla hasta el punto que era difícil iluminar el camino con el frontal. Al llegar al puerto de la Ratera, a 2.500 mts sobre las 2:30, empieza a llover bastante más fuerte, ya hace rato que voy empapado (llevaba cortavientos pero sin capucha), la niebla se hace más espesa de forma que no veo casi nada. La tormenta cada vez está más cerca y empiezo a ver rayos, al principio lejos, pero que se aproximan a buen ritmo. Qué gran invento el gps. Llega un momento que no veo ni dónde pongo los pies, lo único que puedo hacer es mirar la pantalla. Si la flechita (que soy yo) se desvía de la ruta hacia la izquierda, yo me voy para la derecha para volver al camino, y al revés. En un momento dado me doy cuenta que estoy en medio de un nevero, después vuelvo al camino que, de la lluvia se ha convertido en un pequeño río, pero a esas alturas ya no me importa pisar un charco o meterme en un río. Y así, chapoteando, y después de besar el suelo por algunos resbalones, cubro el kilómetro y pico hasta que llego al refugio de Saboredo a las 4:00. Uno de los mejores momentos que recuerdo en mi vida reciente.
La gente en el refugio estaba durmiendo, entro en un comedor en el que hay dos largas mesas. Debajo de la primera hay alguien durmiendo y en un banco está durmiendo un tío que al entrar yo se tira un pedo. “Joder, vaya bienvenida”, pienso (curiosamente, a la mañana siguiente me dijo que estaba durmiendo allí porque no soportaba los ronquidos de los demás). Me pongo en el otro banco y me quito las bambas y los calcetines, que en este momento parecen más unas esponjas. Empiezo a tiritar, por lo que decido comer algo para entrar en calor. Saco las bolsas con las nueces, la papaya y el plátano desecado sin hacer mucho ruido, para no despertar a los bellos durmientes. Pero el que está debajo de la mesa se despierta y empieza a bostezar y a hacer unos ruidos rarísimos con la boca. Se levanta, y resulta que no es un tío, es un San Bernardo así de grande, que al oír las bolsas viene a mi lado y me mira con ese cabezón que tiene diciendo “échame algo”. Y allí estuvimos los dos comiendo nueces (al señorito no le gustaba ni la papaya ni el plátano) hasta las 4:30, oyendo cómo empezaba a granizar. Después me tumbé en el banco a dormir un par de horas hasta que se empezó a levantar el personal.
9. Saboredo-Colomers. A la mañana siguiente tomo un café con leche calentito que me sienta estupendamente. Salgo afuera y está todo el monte lleno de bolitas de granizo, hace frío y una niebla importante. Como ya no tengo mucha prisa me junto con 4 excursionistas de Berga y un skyrunner de Barcelona que hacen el mismo recorrido. Empiezo a andar pero enseguida tenemos que ponernos a correr todo el mundo porque empieza a llover y luego a granizar. Por fin llego al Colomers a las 9:20. Después de 27 horas: Fin de trayecto.
Cuando llegué al Colomers pensé que esta historia no volvería a hacerla nunca más. Pero hoy, 4 días más tarde, creo que si me lo tomo un poco más en serio y, ahora que ya sé por dónde van los caminos, podría hacerla en menos de 24 horas seguro…..con algún veggierunner.
Post Data: Al día siguiente, me enteré de la muerte de Toni Nadal, un famoso meteorólogo catalán, amante de la naturaleza, gran conocedor de la montaña y, según me consta, muy buena persona, en un accidente en el Coll del Contraix mientras participaba en els Carros de Foc.